En este aspecto también es importante no irse muy lejos para obtener un producto. Cuando hablamos de los efectos del cambio climático o de la pérdida de especies, casi siempre nos referimos a animales emblemáticos de otros continentes o a fenómenos atmosféricos situados a kilómetros y kilómetros de distancia. Al hacer esto, nuestro cerebro disocia y se tranquiliza al pensar que esos efectos no llegarán nunca a afectarnos pues el cambio climático ocurre en otros sitios.

Por ello es necesario educar poniendo ejemplos cercanos, enseñando los mecanismos ecológicos que se llevan a cabo, por ejemplo, en el monte mediterráneo que tenemos cercano a casa, dando a conocer las especies que lo conforman y su implicación en la dinámica del monte. También dar a conocer la susceptibilidad que tiene nuestro país al cambio climático por su geomorfología y su localización.
Aún así, también hay que enseñar los efectos que tienen lugar en otros países y a nivel global, pues la biosfera está estrechamente conectada y lo que ocurre en otros lugares puede afectarnos de igual manera.
Añadir comentario
Comentarios